Decidamos de una vez si La Casa de Toño merece el hype
Quizás La Casa de Toño no sea la mejor pozolería, sin embargo, es uno de los lugares más concurridos por las familias mexicanas. Seguramente estarás pensando “el pozole de mi abuelita es el mejor” —y puede que tengas razón—, aun así no podemos negar que todos hemos disfrutado un buen plato “vuelve a la vida” en este lugar. Además, es increíblemente conveniente, ya que está abierta las veinticuatro horas.
La Casa de Toño es uno de los restaurantes favoritos de los trasnochados, ya que si no tienes antojo de tacos y quieres bajarte la borrachera, un plato de pozole bien picoso puede ayudar. Si vas en familia, hay algo para todos los gustos, pues también tienen antojitos mexicanos como: quesadillas, flautas, sopes, y tostadas. Pero lo mejor del menú, a nuestro parecer, es el flan de la abuela.
Además del variado menú, podemos agregar que el servicio es muy ágil. Que no te asuste la interminable fila que se hace afuera de sus sucursales, ya que pasan a los comensales con rapidez. Por otro lado, sus preparaciones no requieren mucho trabajo al momento, así que en un par de minutos llevan tus alimentos a la mesa.
A decir verdad, no tenemos muchas quejas acerca de La Casa Toño, sin embargo, sí nos ponemos a pensar en qué tan merecido es el hype alrededor de esta pozolería. ¿De verdad son tan chidos como aparentan? En muchos aspectos no nos ha defraudado, la calidad parece mantenerse en sus sucursales. Además, es una empresa mexicana.
De un garaje a La Casa de Toño
De hecho, la historia de La Casa de Toño es bastante peculiar, uno de esos impresionantes casos de éxito que no se ven a menudo. Hoy en día es un imperio pozolero con más de cincuenta sucursales en la Ciudad de México y Estado de México. Sin embargo, comenzó con un anafre en el garage de Toño y su familia.
A un par de calles de la sucursal de Floresta se encuentra la casa donde Toño vendía pozole. En ese entonces tenía dieciocho años y nada de ganas de ir a la universidad. Así que, pese a la presión de sus padres, aplicó un tremendo alv y se aventó a emprender un negocio. Su popularidad fue tal, que pronto tuvo que montar mesas y sillas en el garaje para atender a sus clientes.
La gente comenzó a ir a “la casa de Toño” a echarse un pozole, así se corrió la voz y se convirtió en un negocio en forma. Treinta y cinco años después, “La Casa de Toño” es la cadena de pozoles más popular de la ciudad. Según números, cada sucursal da trabajo a —aproximadamente— 100 empleados, quienes sirven alrededor de 1,000 platos de pozole los fines de semana.
Puntos a favor de La Casa de Toño
Una empresa mexicana que otorga tantos empleos posiciona la balanza a favor de “La Casa de Toño”. Además, ya te platicamos acerca de la conveniencia del horario, la estandarización de la calidad de los alimentos, la variedad del menú, y la agilidad del menú. Por otra parte y atendiendo al antojo, el flan de la abuela es razón suficiente para nosotros para darle cinco estrellas.
Sumado a esto, hay sucursales por toda la ciudad, nada de que “sólo en la Roma-Condesa”. Pozole descentralizado para los chilangos, sin importar la hora ni con quién vayas. Es un lugar versátil al que puedes ir con tus amigos después de la peda, pero también con tu familia un domingo por la mañana.
Contras de La Casa de Toño
Lo que más nos hace ruido es la cadena interna de producción. ¿Sus empleados son felices? ¿Es una empresa responsable? Cuando inició la pandemia en México, La Casa de Toño cerró por completo sus sucursales. Posteriormente, surgieron algunas declaraciones de empleados acerca de cómo les afectaba esto, ya que supuestamente el sueldo base es de $2,200 pesos semanales y ellos subsistían de las propinas.
Esto no es algo nuevo, ya que lamentablemente el gremio gastronómico funciona de esta manera. Sueldos insuficientes que son compensados con las propinas del servicio. Así que esto es un tremendo tache. Regresando al tema del pozole, no es el mejor pozole de tu vida. Su calidad es buena, pero por supuesto tiene más que dar. La relación entre el precio y la calidad compensa este aspecto.
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¿Entonces cuál es el veredicto final? La Casa de Toño es un lugar de pozole conveniente, rápido, versátil, y que sirve comida de calidad media a buena. Si tienes una pozolería pequeña favorita, ¡come con ellos! Apoyar a los pequeños negocios debiera ser una prioridad, sobre todo si su calidad es buena. Por lo que creemos que siempre es mejor idea primero consumir en estos lugares.
Si la situación es diferente y tienes mucha hambre, poco tiempo, necesitas un lugar con espacio para una reunión grande, o es de madrugada, La Casa de Toño es una buena opción para saciar el antojo. Nos agrada que sea una empresa mexicana, su historia, y el flan de la abuela. Y tú, ¿qué opinas?